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martes, 21 de octubre de 2014

INTERVENCIÓN DIVINA EN LAS CRISIS DE LA IGLESIA (5a parte)


LOS PRESBÍTEROS ORTODOXOS TRIUNFAN Y SALVAN A LA IGLESIA DE OCCIDENTE.

Por un largo tiempo me desentendí de este tema tan interesante y,  a la vez, tan actual y providencial para las almas que, afligidas por este misterio de iniquidad que todo lo está oscureciendo y trastornando, tengan en esta crisis de la cristiandad en tiempos de San Sofronio un remanso y un ejemplo de firmeza en la fe aun cuanto el Pontífice Honorio I dio también su apoyo incondicional a la herejía promovida por el Patriarca Sergio de Constantinopla.

En el ultimo escrito sobre el tema se daban algunas razones del triunfo de la herejía que, por desgracia también ahora no se escapa a la problemática actual de la crisis de la Iglesia, crisis de la fe y enfriamiento de la caridad, no es producto sino de una IGNORANCIA RELIGIOSA de nuestra doctrina católica tan acentuada y profunda que, por si misma socavo y socava estremeciendo y amenazando terminar con la Santa Madre Iglesia y borrar todo lo que Dios hay en la tierra. Pido al amable lector que, por caridad lea la carta pastoral de nuestro querido Monseñor Lefebvre sobre este tan acuciante tema en el cual, de alguna manera nosotros mismos somos también responsables y cómplices de esta catástrofe en la cual no se vislumbra el fin aunque ya haya destellos del mismo. Aclarado esto paso la palabra a San Sofronio.

“Pero Cristo Nuestro Señor, si bien permite que su Iglesia pase por crisis muy agudas, (como a la que estamos asistiendo en estos momentos) que han durado varias décadas y hasta siglos, quizá para probar en ellas LA FE, LA FORTALEZA Y LA PERSEVERANCIA de los cristianos y especialmente de los clérigos; no permite nunca como lo tiene prometido, que su iglesia sea DEFINITIVAMENTE VENCIDA y la salva, dando su asistencia sobrenatural por regla general a los Papas y a los Concilios, y cuando estos excepcionalmente fallan; dando dicha asistencia a esos santos varones, a veces SANTOS REBELDES que, como San Atanasio, San Sofronio, San Bernardo y otros tantos, hace surgir siempre en estas graves crisis.

La santa rebeldía de San Sofronio, en defensa de la ortodoxia y en contra de la Jerarquía eclesiástica herética o cómplice de los herejes (como vemos los cómplices NO SON HEREGES, pero por no reprimir, o no tomar medidas para apartarse de ellos, o dejando estar confiando con una falsa confianza que raya en la presunción SE DEJAN ESTAR QUE ALCABO Dios hará un gran milagro y nos librara de todo eso sin pensar en aquellas sabias palabras del Santo Obispo de Hipona: “ El que te creo sin ti, no podrá salvarte sin ti” en donde notamos que Nuestro Señor nos pide una colaboración necesaria no para El sino para nosotros ignorar estas palabras de San Agustín y seguir nuestro parecer marcado por la inercia, nos conduce a fomentar lo que no queríamos en esta tierra y contra nuestro divino Maestro, dicha colaboración es tan culpable como la de aquellos que, conscientemente prestan su apoyo a dichas herejías.

San Sofronio comenzó la labor de la defensa de la fe con una gran actividad proselitista realizada por él y sus seguidores; recibieron la ayuda divina, aumentando las huestes de la ortodoxia. Algunos monjes, desde años atrás, convertían sus conventos en verdaderas fortalezas de la ortodoxia, expulsando de su ceno a los disidentes y enfrentándose a las protestas y condenaciones de los Obispos que apoyaban a sus Patriarcas herejes, pudieron INSTRUYENDO A SUS FIELES SOBRE EL FONDO DE LA CONTROVERSIA TEOLOGICA, obtener el apoyo de estos para sostenerse al frente de la parroquia, (En los tiempos de San Sofronio todavía no existía la actual organización parroquial de las ciudades, con excepción de Roma y Alejandría, que vino a quedar establecida hasta el siglo X, sin embargo ya existían las parroquias rurales) en contra de las órdenes de destitución que dictaban contra ellos tal o cual Obispo herético, empleando en caso necesario, los mencionados feligreses la fuerza física y hasta las armas, para impedir que tomara posición de la parroquia, el presbítero hereje enviado por el Obispo para sustituir al ortodoxo.


CEREBRO INCORRUPTO DE SAN SOFRONIO

Estas parroquias al igual que los conventos antes dichos, se convirtieron así en fortalezas de la Ortodoxia, que a pesar de estar rodeadas de un inmenso mar de herejía pudieron salvar de esta a muchas almas, y mantener viva en gran número de fieles, la llama de la verdadera fe, y fueron factor decisivo para el triunfo posterior de la Ortodoxia, constituyendo así eficazmente, a la salvación de la Iglesia, en momentos en que todo parecía humanamente perdido (Cuanta similitud guarda este hecho con la actual realidad que nos toco vivir, realidad que parece mostrarnos no solo el triunfo Satanás en el mundo, que siempre fue suyo, sino principalmente en la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo! Cuan tan incrédulos asistimos a un misterio de iniquidad en donde reina la CONFUSION en las almas aun católicas que, ante este verdadero Tsunami, intenta convencernos que nuestra causa católica está perdida! Ante este panorama desolador parecería que quienes, solo con la gracia de nuestro buen Dios sin merito alguno de nuestra parte, desean ver a nuestra Madre la Iglesia libre de todas estas angustias, nos viésemos obligados a CLAUDICAR porque es lo mas “prudente” y nos “acomodemos” a todas estas novedades que son el pan de cada día. Todo esto nace y se convierte en una especie de tedio, desaliento y tristeza, porque vemos inútiles nuestros pequeñísimos esfuerzos y aun más nos hundimos en la confusión cuando aquellos, que otrora, luchaban con nosotros, ahora nos consideran SOBERBIOS Y REBELDES palabras que, a pesar de sernos conocidas cusan una terrible decepción en nuestros corazones. Cuan tan ciertas son las palabras de nuestro buen Maestro: “No he venido a traer la paz sino la guerra” como si dijera: “Guerra avisada no mata soldado”, pero, por desgracia, puede más la parte humana que debe nuestra alma hacer un esfuerzo grande para pedir a Nuestro Señor nos enseñe a proceder según su Santa Voluntad y no la nuestra asi encontramos consuelo para nuestras almas en aquel bellísimo y dolorosísimo pasaje de los Santo Evangelios como lo es EL HUERTO DE LOS OLIVOS en donde nuestro Salvador fue presa de muchas congojas, hastió, miedo y tristeza, pero no se quedo ahí sino que, levantándose obro nuestra salvación. Este ejemplo, entre otros nos debe levantar porque aunque todo este tan denso por el error que llega a oscurecer nuestros días de fe, sepamos muy por cierto que la VERDAD ES POR SI MISMA y el error NO ES POR SI MISMO sino una CARENCIA DE VERDAD O DE BIEN y, como dijo Nuestro buen Dios, este no prevalecerá contra LA VERDAD MISMA. Este es el momento de anclar nuestras frágiles y débiles barcas en la piedra fundamental, que es Jesucristo, que su Santísimo Padre nos dejo. Ver todo, como alguien me dijo una vez, desde la misma cruz y no desde nuestro rastrero suelo. Es así como estos santos, cuya lucha relatamos hoy, tuvo un final feliz.)

Este triunfo de la Ortodoxia solo fue capaz mientras las autoridades civiles locales, quizá por simpatizar con los curas ortodoxos, disimularon y toleraron el hecho (hoy no solo disimulan y toleran sino que también colaboran formalmente con la actual Iglesia para acelerar la descristianización de la sociedad católica en todo el mundo) sin intervenir por la fuerza para expulsar al sacerdote fiel de su parroquia y poner en su lugar a un hereje, lo cual sucedió cuando recibieron órdenes expresas del Emperador.

La historia de la Santa Iglesia con posterioridad a la crisis del Monotelismo, nos sigue demostrando el papel importante que han desempeñado, en el triunfo de la ortodoxia católica, los sacerdotes, ya párrocos o capellanes, fieles a la verdad revelada, (hoy por hoy parece que la voluntad divina quiere mostrarnos de nuevo que su triunfo puede venir de los dóciles e indignos instrumentos como lo son sus sacerdotes fieles a la VERDAD) al mismo tiempo dicha historia eclesiástica, nos demuestra una y otra vez, el papel decisivo, que las autoridades civiles, pueden desempeñar para dar el triunfo a la Ortodoxia o a la herejía. Así por ejemplo durante la reforma protestante, la intervención de las autoridades civiles fue decisiva en todas partes. 

Es de suma importancia mencionar la acción definitiva de la Providencia Divina que ha utilizado a reyes y emperadores, como lo es el caso del Emperador Federico II de Alemania. (Quizá, diríamos, estos hechos históricos están muy lejos de nosotros pues ya no hay reyes y emperadores sino Estados “Cristianos” de constitución liberal, en donde existe LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTOS y, por lo tanto estos estados no defenderán la ortodoxia católica, es verdad, pero, acaso está todo perdido para la Omnipotencia Divina, cuya principal virtud es escribir en renglones torcidos? Admitir esta “limitación” de Dios en los acontecimientos mundiales que atañen principalmente a su esposa Castísima, es caer en la desconfianza divina que significa la muerte espiritual del alma, lo cual es inaceptable para un alma católica. El modernismo, ciertamente es el mayor mal, en la actualidad, dentro de la Iglesia y esta forma de pensar dio a luz un engendro que la está devorando o que, al parecer, puede ser el instrumento incondicional de Nuestro Señor para los males de nuestro tiempo, el PROGRESISMO. Este desde hace años alimento y alimenta a otro gran bestia terrible EL COMUNISMO que conspirado y conspira contra la Iglesia (modernista) para derrocarla y a su vez destruir esos gobiernos traidores a Cristo. No podemos cerrar los ojos ante esta realidad sobre todo cuanto es la misma Santísima Virgen María quien, en repetidas ocasiones, lo menciona ya no implícitamente sino explícitamente el gran peligro que el comunismo significa para la cristiandad y el mundo entero, la Sallete y Fátima son las dos apariciones que nos alertan de este gran peligro)

Terminado este breve paréntesis y volviendo a la crisis del Monotelismo se debe decir con toda propiedad, que la labor de los presbíteros fue muy eficaz en la misma Roma, donde a espaldas del mismo Papa Honorio, muchos seguían defendiendo la existencia de las dos voluntades en Cristo Nuestro Señor, a pesar de la prohibición papal de tratar de estas cuestiones. Uno de ellos era el presbítero Severino, quien a pesar de la gran amistad que lo ligaba al Papa, hacia labor de apostolado, a favor de la verdadera fe.

Los presbíteros de Roma, se preparaban en secreto, para elegir un Papa ortodoxo cuando ocurriera la muerte de Honorio I, mientras que los Patriarcas y obispos herejes, por otro lado, hacían también preparativos, en unión de los Obispos monotelitas, para obtener la elección de un Papa monotelita. La incansable labor del apostolado de los primeros, hizo que la mayoría de los presbíteros de Roma tomaran partido en definitiva por la doctrina verdadera.

El Papa Honorio I falleció el 12 de octubre del año 638. Los presbíteros ortodoxos de Roma, obrando con resolución y energía, lograron que los presbíteros de la ciudad eligieran como Papa al presbítero Severino. La gran amistad de este último con el Papa Honorio, podía atraer a los amigos y admiradores de este y su ortodoxia era la mejor garantía para los ortodoxos, consiguiendo de esta manera en Roma la tan ansiada UNIDAD de la cristiandad en la ortodoxia, tan necesaria para enfrentarse al mar de herejía que carcomía a la cristiandad. (En el siguiente capítulo se verá como el Patriarca y Obispos herejes, lucharan para anular la elección del presbítero Severino como Papa)