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sábado, 19 de marzo de 2016

ORACION A SAN JOSÉ




   Aquí me tenéis Patrono universal de la Iglesia de Jesucristo; aquí me tenéis confiado, sí, en la bondad infinita de mi Redentor Jesús y en la piedad de mi cariñosa madre María, pero sumamente desconfiado de mí mismo. ¡Ay! ¿Qué confianza puedo tener? ¿Qué sólida esperanza de salvación puede abrigar el mísero pecador que, como yo, no tiene caridad ardiente, ni fe viva, ni paciencia, ni compasión hacia su prójimo? A vos pues, acudo en demanda de la risueña virtud de la esperanza. De vos, que la sorprendisteis en la divina sonrisa de Jesús, complacido de vuestra abrazada caridad y de vuestra fe inquebrantable, espero conseguirla, pero tan firme y profunda, que todos los esfuerzos de Satanás sean insuficientes para arrancarla de mi corazón. Conseguidme para esto un amor intensísimo a mi adorable Redentor y una fe sin límites en su infinita misericordia, y mi esperanza será entonces firme y segura, porque no solamente se fundará en la bondad del Corazón de Jesús, sino también en mis buenas obras, a imitación vuestra. En vos, glorioso Patriarca confío y espero. No consintáis que me falte nunca y, sobre todo, en la hora de la muerte, la salvadora, la bendita y consoladora esperanza.  
                                                                                                                San Alfonso María de Ligorio
                                                                                                               (Del libro Visitas al Santísimo Sacramento)