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martes, 31 de enero de 2017

CONSEJOS DE SAN JUAN BOSCO A LOS CATÓLICOS




 “Oh María: cuán poderosa y buena eres. Es una verdad completamente segura que Tú ayudas a cuantos te invoca en sus penas”.


  “Cuando quiero llevar a cabo una obra difícil, delicada y arriesgada, rezo con fe a María Auxiliadora y me dedico con calma pero con todas mis fuerzas a obtener lo que creo es más agradable a la Voluntad de Dios. Y el éxito llega”.

  “Si la gente comprendiera lo importante que es tener una verdadera devoción a la Madre de Dios, estimarían esto como el más grande tesoro del mundo”.

  “El mejor regalo que le puedes hacer a la Madre Santísima es este: Ofrecerle una buena confesión y una fervorosa comunión; leer algún libro bueno, y empezar con ánimo a combatir ese pecado que más cometes”.

  “¿Quieres ver efectos admirables en tu vida? Rézale cada noche las tres Avemarías a Nuestra Señora y repítele cada día varias veces esta jaculatoria: “María Auxiliadora rogad por nosotros”.

  “No pasemos nunca ante una imagen de la Virgen sin darle algún saludo. Digámosle: “Yo te saludo, llena de gracia… u otra frase de cariño”.

  “Acostúmbrate a rezar esta oración: Oh María, Virgen Poderosa, grande y terrible como un ejército en orden de batalla. Tú has librado y librarás a la Iglesia de las herejías. Oh Madre: en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de la muerte llévanos al Paraíso. Amén”.

  “En la devoción a María Auxiliadora encontrarás gran fortaleza para progresar en la virtud y para resistir al mal espíritu y a tus pasiones”.

  “María Santísima ha protegido siempre a sus devotos en la vida, pero esencialmente en la hora de la muerte”.

  “Os recomiendo que no dejéis pasar un sábado sin hacer algo en honor de la Virgen”.

     La novena que San Juan Bosco recomendaba era esta:
  Rezar cada día 3 Padrenuestros Avemarías y Gloria, y 3 Salves. Después de cada gloria decir: “Sea alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y Divinísimo Sacramento”, y después de cada Salve decir: “María Auxiliadora rogad por nosotros”.

  “HACE CUARENTA AÑOS QUE VENGO REPITIENDO A LA GENTE QUE INVOQUE A LA MADRE DE DIOS Y QUE ELLA LOS AYUDARÁ. Hasta ahora ni uno solo ha venido a decirme que perdió tu tiempo rezándole a Nuestra Señora. El mismo demonio ha tenido que retirarse, y ha fracasado, cuando las personas empiezan a ser devotas de la Madre Celestial y ha llegado a no poder hacerles cometer pecado mortal".

Palabras de su madre  el día que entró en el Seminario:   “Querido Juan, cuando viniste te consagré a la Santísima Virgen; cuando comenzaste los estudios te recomendé a la devoción a esta nuestra Madre; ahora te digo que seas todo suyo; ama a los compañeros devotos de María; y, si llegas a ser sacerdote, recomienda y propaga siempre la devoción a María”.

Memorias biográficas de San Juan Bosco